El tratamiento de aguas residuales es un proceso fundamental para el cuidado del medio ambiente y la salud pública. Sin embargo, el aumento de la población y el crecimiento económico han dado lugar a un incremento en la cantidad de aguas residuales que se generan, lo que supone un desafío para su adecuada gestión. En este contexto, un sistema de tratamiento de aguas residuales se presenta como una solución clave para proteger el medio ambiente y asegurar el acceso a agua limpia.

¿Qué son las aguas residuales?

Son todas aquellas aguas que han sido utilizadas para algún fin y que, como resultado, contienen materiales y sustancias que pueden ser peligrosas para la salud y el medio ambiente. Pueden contener una amplia variedad de contaminantes, como sólidos suspendidos, nutrientes, productos químicos tóxicos, bacterias, virus y otros microorganismos. Las fuentes de donde provienen incluyen hogares, industrias, hospitales, hoteles, entre otros. 

¿Por qué es importante tratarlas?

La eliminación adecuada de las aguas residuales es esencial para proteger la salud pública y el medio ambiente. Aquellas que no son tratadas pueden contener patógenos, que son organismos que pueden causar enfermedades en los seres humanos y los animales. También pueden contener sustancias químicas tóxicas que pueden dañar la vida acuática y contaminar el agua potable. Además, las aguas residuales sin tratar pueden ser una fuente de malos olores y pueden afectar negativamente la calidad de vida de las personas.

Por lo tanto, es esencial contar con un sistema de tratamiento de aguas residuales eficiente y efectivo que permita eliminar los contaminantes y minimizar los riesgos asociados a su exposición. Gracias al conjunto de procesos y tecnologías pueden ser de diferentes tipos, dependiendo del tipo de contaminantes que se quieran eliminar, la calidad del agua que se quiera obtener y el uso que se quiera dar al agua tratada.

¿Cómo funciona un sistema de tratamiento de aguas residuales?

Un sistema de tratamiento de aguas residuales atraviesa diferentes procesos, físicos, químicos y biológicos que se utilizan para eliminar los contaminantes del agua residual y convertirla en agua limpia y segura. Sin embargo, suele funcionar de la siguiente manera:

  • Pretratamiento. Este proceso implica la eliminación de sólidos gruesos y materiales flotantes del agua residual mediante la utilización de tamices, rejillas y sedimentadores.
  • Tratamiento primario. Aquí, el agua residual se somete a una sedimentación en grandes tanques, donde los sólidos suspendidos se depositan en el fondo del tanque y se eliminan.
  • Tratamiento secundario. Aunque en el procedimiento anterior ya se han eliminado desechos, es necesario usar un sedimentador secundario para descomponer los contaminantes que pueden quedar en el agua residual. Usualmente, se emplean microorganismos que permiten la eliminación de materia orgánica biodegradable.
  • Tratamiento terciario. También llamados tratamientos avanzados, se caracterizan por aumentar aún más el nivel de pureza del agua. Emplean diferentes combinaciones entre distintas tecnologías, dependiendo de los tratamientos primarios y secundarios implementados, y de la calidad de las aguas para su uso posterior.

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