Los efluentes son el resultado de un mal uso del agua potable en diferentes sectores no solo del país, sino del mundo en general. Esto quiere decir, que puede tener un origen tanto doméstico como industrial, produciéndose alteraciones en su composición lo que a posteriori, desencadena en la contaminación de mares y ríos. Las plantas de tratamiento de aguas residuales son instalaciones creadas y diseñadas para combatir este problema, recibiendo los líquidos contaminados para posteriormente, eliminar sus impurezas y darles un mayor margen de vida. Conoce más a continuación.
¿Qué son las plantas de tratamiento de aguas residuales?
Las plantas de tratamiento de aguas residuales son instalaciones equipadas para realizar mediante un conjunto de operaciones y procesos, labores de limpieza y purificación del agua tanto doméstica como industrial. Esto, con el fin de devolverlas de forma segura a su fuente original, o sea el medio ambiente. Es gracias a la tecnología moderna que son capaces de eliminar los sólidos, desde plásticos, trapos, hasta arena y partículas más pequeñas que puedan comprometer el estado de los líquidos.
Si bien hay algunos procesos básicos que todas las plantas de tratamiento llevan a cabo, en general, se puede dividir en dos etapas. En primer lugar, se eliminan del agua las sustancias problemáticas, es decir, los contaminantes. Se depuran lodos hacia el sistema convencional. Esto se efectúa con la depuración, la esterilización, la desalinización o el ablandamiento. En segundo lugar, se agregan sustancias de forma específica para mejorar la calidad e influir en parámetros tales como el valor del pH o la conductividad.
Importancia del tratamiento del agua residual
Además de ser una fuente de agentes patógenos que pueden transmitir enfermedades como la fiebre tifoidea, el cólera, la hepatitis A y la disentería; las aguas residuales contienen materia orgánica que genera cantidades relevantes de gas metano en los vertederos cuando se eliminan de manera inadecuada. Esto hace que su tratamiento sea más que importante, ya que una adecuada gestión de los líquidos puede evitar problemas sanitarios importantes en la sociedad.
En resumen, las plantas de tratamiento de aguas residuales realizan procesos de depuración y tratamiento de las aguas negras y grises con el fin de beneficiar al medio ambiente y evitar que su impacto sea mínimo. Además, también protege la salud pública y mejora la calidad de vida al evitar la contaminación de los suministros de agua potable y las aguas de recreo.
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