El agua de mar contiene sales minerales que se encuentran en disolución y que no son aptas para su consumo. Para eliminar esta salinidad hay que pasar el agua mediante la desalinización. Este proceso industrial consiste en eliminar el cloro, las sales y otros elementos químicos de los productos líquidos. Por esta razón, es un paso importante para proveer a determinadas zonas de un suministro de agua apto para ser bebido y usado. 

Desalinización: ¿Cómo nace? 

A lo largo de los años, la desalinización se fue desarrollando de manera progresiva. Los primeros indicios de este proceso datan del siglo IV a.C cuando los antiguos navegantes griegos la utilizaron por primera vez para evaporar el agua de mar y obtener agua que pueda ser bebida. Aunque la tecnología ha evolucionado bastante desde entonces, una vez que estuvo claramente demostrada su eficacia, esta fue adoptada por diversos sectores. 

Con la evolución tecnológica y avances en las técnicas de producción se hizo posible considerar este proceso para reducir el contenido perjudicial que se encuentra en el agua . La desalinización ayuda a desalentar la contaminación este recurso para separar las sales disueltas y los iones metálicos. Gracias a esto, es posible producir agua potable, permitiéndonos tener una fuente de energía limpia.

¿Cómo se produce? 

La desalinización es el proceso de eliminación del agua salada de una solución acuosa. El agua desalinizada puede ser usada para beber, regar plantas y otros fines domésticos. Muchas áreas costeras no cuentan con el suministro suficiente de agua potable debido a que las reservas subterráneas están siendo exacerbadamente explotadas o porque es demasiado difícil acceder al recurso hídrico adecuadamente.

Este método puede ser realizado por medios físicos o químicos, dependiendo del tipo de usuario final que vaya a utilizar el agua desalinizada. Consiste en separar las sales disueltas y los iones metálicos para producir agua potable. Para ello es necesario que la temperatura sea al menos igual a 30°C ya que cuando estamos a más altura esta se reduce considerablemente. Incluso, llega a situarse por debajo del punto de congelación.

También beneficia a las industrias que necesitan grandes cantidades de agua como el sector farmacéutico y alimenticio por ejemplo. El agua resultante después del procedimiento tiene una gran cantidad de sales disueltas comúnmente llamadas cloruros. Sin embargo, no son tan nocivos como las sales inorgánicas presentes originalmente en el mar.

¿Desalinización como recurso para combatir la escasez del agua? 

Hoy en día, el agua se ha convertido en un recurso para el bienestar y desarrollo de las sociedades, sin embargo, la escasez de este líquido lejos de ser solo un  fenómeno natural, también ha sucedido por la intervención del hombre. Nuestro planeta está compuesto en un 70% por agua pero, tan sólo el 3,5% es dulce y el 0,025, potable. Esto ha originado la necesidad de buscar la forma de obtenerla, siendo la desalinización uno de los procesos usados con efectividad.  

Israel: de la sequía al abastecimiento territorial 

Un claro ejemplo de la efectividad de esta tecnología es Israel. Este un país ubicado en una zona desértica y poseedor de una condición climática poco favorable. A causa de esto, el abastecimiento de agua ha sido un problema recurrente en su territorio durante tiempos de sequía. Frente a esto, su gobierno se vio en la necesidad de buscar soluciones innovadoras para contrarrestar esta dificultad, una de ellas fue la desalinización. 

Gracias a esto, el país es en la actualidad un líder mundial en este proceso, contando con cinco enormes plantas desalinizadoras que aportan alrededor del 70% del agua potable del país. Además, una de ellas es la planta de desalinización por ósmosis más grande del mundo. Esta experiencia puede servir para que el resto de países ubicados alrededor del mundo, empleen esta tecnología con el fin de suplir las carencias hídricas que con el pasar del tiempo puedan ir amenizando.

Nuestro país no está lejos de esta realidad. En el Perú, entre 7 y 8 millones de peruanos no tienen acceso al agua potable, siendo la capital, Lima, la ciudad más vulnerable. Aunque ya existe un planta desalinizadora que provee de este recurso a cuatro distritos del sur de Lima: Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo y Santa María del Mar, es importante que se puedan crear más industrias de este tipo para cubrir más territorio. 

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